Si has crecido con perros probablemente sabrás que todo lo que nos aportan no tiene precio; pero si no lo has hecho y tienes hijos (o estás pensando en ampliar la familia) deberías saber que el vínculo que crean los perros y los niños les ayuda a éstos últimos a desarrollar una serie de valores y conocimientos muy útiles en su crecimiento.

Seguro que tienes en la cabeza muchas imágenes tiernas de perros y niños jugando o incluso de alguna película en la que los protagonistas eran peques y peludos descubriendo el mundo y compartiendo aventuras; pero ¿qué es lo que les aportan y por qué es tan recomendable?. Te lo explicamos a continuación.

Beneficios de crecer con un perro

  • Una salud de hierro: Está demostrado que los niños que conviven con perros son menos propensos a enfermarse y a desarrollar alergias y asma; además, abrazar y acariciar a los perros hace que generemos endorfinas lo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Por otro lado, el paseo fomenta la realización de ejercicio físico y la relación con otras personas y animales.
  • Pautas y responsabilidades: Cuidar de un perro requiere de una serie de responsabilidades; hay que darle de comer, ponerle agua todos los días, llevarlo a veterinario… esto ayuda a que los niños aprendan a tener un sentimiento de compromiso con los demás y desarrollen la empatía, la lealtad y la generosidad.
  • Confianza en sí mismos: Con los perros, los niños se sienten aceptados sin ningún tipo de prejuicios ni condiciones, lo que mejora la estabilidad emocional y promueve el conocimiento de ellos mismos. A través de la comunicación no verbal aprenden a querer y a valorar más allá de las palabras.
  • Conocimiento de la naturaleza y la vida: El día a día con los perros enseña a los niños el ciclo de la vida: el nacimiento, la madurez, la vejez y la muerte.
  • Desarrollo psicomotriz: Los juegos, las actividades y los ejercicios permiten desarrollar la psicomotricidad de los niños.
  • Felicidad en estado puro: Los perros tienen la capacidad innata de vivir el presente, de transmitirnos alegría cada vez que nos ven y de hacer travesuras. Son, en cierto modo, como los niños y ¿qué mejor compañero de aventuras que alguien como ellos?.


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Los perros son puro amor y compartir la vida con ellos es maravillosa pero, como adultos, nunca debemos olvidar que son seres vivos que requieren una serie de responsabilidades. No podemos pensar que son una «herramienta» más para la educación de nuestros hijos y que cuando ya «no sirven» o crecen los podemos abandonar a su suerte. Los perros son uno más de la familia y tenemos la obligación de cuidarlos y quererlos hasta el final ¿verdad?.

Por último, debemos tener presente que los perros son animales y por «muy bueno» que sea nuestro peludo, siempre tenemos que prestar atención a su comportamiento, conducta y lenguaje no verbal hacia los niños para que no se produzca ningún accidente.

¿Qué otro beneficio añadirías a la relación perro-niño? 🙂

Fuentes: Vetersalud / Psicologíaceibe